Estamos
próximos a ingresar a un proceso electoral para elegir al nuevo Presidente de
la República, así como a un nuevo Parlamento, por las razones que ya todos
conocemos y es necesario hacer un análisis sobre el rol que juegan los partidos
políticos dentro de la sociedad.
La función de
los partidos políticos consiste en la actuación que desempeñan sobre su
militancia y sobre el resto de los miembros de la comunidad. Las funciones
varían según el sistema político en que se desenvuelven, puesto que las
funciones de los partidos en un régimen de democracia competitiva, son
distintas a las funciones que realizan en los regímenes totalitarios,
hegemónicos o autoritarios.
Duverger y
Xifraheros, sostienen que las funciones de los partidos pueden ser electorales
(con relación a los electores) y gubernamentales (con relación a los electos).
En este sentido, cabe afirmar que los partidos políticos constituyen el motor
de la vida política, son instituciones que dinamizan la acción política, tanto
fuera del gobierno como cuando tienen el control del aparato estatal.
Las opiniones
son distintas sobre el rol de los partidos políticos, unos creen que su tarea
es encausar la voluntad popular, educar a sus militantes para la
responsabilidad política; otros creen que su tarea es servir de eslabón entre
el gobierno y la opinión pública, seleccionar a sus dirigentes para dirigir los
destinos de una Nación y proyectar la política del gobierno y controlar su
ejecución.
El constitucionalista
argentino Segundo Linares Quintana, señala que las funciones de los partidos
políticos son: Formulación de políticas, Designación de candidatos para los
cargos electivos, Conducción del gobierno y participación en el mismo,
Educación política del pueblo, Servir de intermediarios entre los ciudadanos y
el gobierno, Mantenimiento de la unidad del gobierno, y Desarrollo y
mantenimiento de la unidad nacional.
Para la
corriente funcionalista, la principal función de los partidos políticos es la
combinación de intereses que sirven para canalizar las diversas expresiones
grupales existentes en una sociedad. Otra de las funciones es la de articular y
combinar las demandas. Tanto de la combinación de intereses como la
articulación de demandas, dependerán del grado de desarrollo político de una
sociedad.
En las
sociedades en que predomina la democracia representativa, las tres funciones
(combinación de intereses, demandas y articulación) serán canalizadas a través
de una pluralidad de partidos; en cambio, en las sociedades de partido único,
la canalización se realizará a través del partido que tiene el control del
Estado.
Ya que las
funciones de los partidos son diversas, Almond y Powell sostienen que un
partido moderno es funcional. De acuerdo con ese criterio, las acciones
multifuncionales serían: participan en las funciones de elaboración, aplicación
y adjudicación de las reglas. Tienen y controlan los órganos del poder y
participan en el ejercicio de las funciones gubernamentales, constituyen estructuras
de comunicación, canales apropiados para el ejercicio de la función de inter
relación con la sociedad, y contribuyen a las funciones de integración, a la
adaptación o al mantenimiento del sistema, es decir a las funciones de
socialización política de los ciudadanos.
Explican
Almond y Powell que la actividad de los partidos políticos pueden contribuir al
desarrollo de la cultura política de acuerdo a tres dimensiones; cognitivas,
afectivas y evaluativas. Cognitivas, porque el partido ofrece una suerte de
información sobre los problemas nacionales; afectivas, porque la participación
en las actividades del partido acrecientan los sentimientos de pertenencia al
conjunto de la Nación. Evaluativas, porque el partido ordena, a su vez, los
objetivos y los criterios para apreciar las realidades políticas o económicas;
propone una doctrina o ideología, enlaza a los individuos dentro de un sistema
de valores nuevos o confirmados.
Los partidos
políticos, como sociedades intermedias del sistema político, establecen relaciones
con su entorno, con una serie de elementos que están ligados a ellos o influyen
en su funcionamiento. En un sistema político, es importante la estructura
jurídico constitucional, el sistema electoral y el sistema de partidos
políticos.
Por otro lado,
según Sorauí, los partidos cumplen tres funciones manifiestan dentro de su
entorno social; la función electoral, la función de control y de orientación de
los órganos políticos y la función de definición y de expresión de posiciones
políticas, de allí que se produce una relación múltiple: ENTORNO - FUNCIONES -
ESTRUCTURAS. El entorno en sus exigencias y sus presiones, obligan a los
partidos a realizar ciertas funciones. La manera como ellos responden a las
exigencias provenientes del entorno definen sus funciones, modelando de esta
forma sus estructuras.
El partido
político es una respuesta al entorno; al recibir información de las demandas,
convierte estas demandas en respuestas que regresan nuevamente al exterior,
produciéndose una relación de demandas externas al partido, respuestas a estas
demandas y apoyo externo se produce por parte del partido.
Para
Schwartzenberg, las funciones de los partidos son tres: Formación de la
opinión, pública selección de los candidatos y encuadramiento de los elegidos.
En el primer caso, los partidos contribuyen a crear o a mantener una conciencia
política, asegurando la información y formación de la opinión pública. En el
segundo, los candidatos propuestos al elector son designados por los partidos.
En tercero los partidos aseguran el encuadramiento de los elegidos de dos
maneras; por una parte, mantenimiento de un contacto permanente entre los
elegidos y los electores y por otra parte el encuadramiento de los elegidos con
sus bases.
En un estudio
sobre los partidos políticos, en que Jean Blondel combina elementos teóricos
funcionalistas e institucionalistas, se plantea que los partidos solamente
cumplen dos grandes funciones principales. La de combinar y agregar las
demandas y la de educar o propagar ideas. Los llamados partidos de grupo no son
necesariamente canales de transmisión de las demandas, agregando y combinando
los diversos intereses, sino que son canales que traducen en términos políticos
las demandas grupales. Existen partidos políticos que dan mucha importancia a
la trasmisión de ideas y formación de sus integrantes, en cambio, existen
partidos que se orientan a canalizar demandas grupales, dejando de lado la
función formativa.
Todo partido,
por más elemental que su estructura sea, tiene alguna forma de organización. La
organización de los partidos políticos varía según sus principios, los
intereses, ideologías y doctrina, es indudable que hay una pluralidad de formas
de organización; por consiguiente, podemos hablar de diversos modelos de
organización. El conocimiento de estos modelos es muy importante; entre otras
cosas nos permite saber si hay tendencias oligárquicas o democráticas dentro
del partido, que dependerán de los mecanismos existentes para la selección de
sus representantes. Por otra parte, los niveles de organización son expresiones
de estructuras jerarquizadas al interior de los partidos; de ahí que las
funciones que realizan sus miembros dependen del cargo y del rol que desempeñan
en la estructura partidaria.
Mauricio
Duverger establece la presencia de dos estructuras partidarias: la directa y la
indirecta. Esta distinción es similar a la que hay entre el Estado Unitario y
el Estado Federal. Entiende que el partido directo, los miembros forman en sí
la comunicación del partido, sin la añadidura de otro grupo social están
integrado sólo por personas.
Los partidos
de estructura indirecta son como una especie de federación conformada por
diferentes organizaciones de base, pero estas mantienen su propia autonomía con
respecto al partido y sólo los une algún punto en común.
Sobre las
formas de organización de los partidos, dice Weber que se puede encontrar
rasgos comunes: Un núcleo de personas tienen a su cargo la dirección activa, o
sea la formulación de los planes y la elaboración de las políticas. La
organización de un partido no se podrá
mantener sino se tiene una base organizativa que la sustente, la misma que está
integrada por la militancia.
La militancia
es la que ejecuta las decisiones tomadas en los plenarios o congresos, hay una
distribución de roles y de las funciones intrapartidarias, haciendo que las
actividades sean coordinadas de acuerdo a la organización partidaria.
Todos los
acuerdos partidarios se deben presentar encuadrados dentro de la estructura. De
ahí que la dinámica intrapartidaria constituye una especie de microcosmos
político, ya que las tareas y su desarrollo dependerán, en gran parte, de las
realidades internas del partido. Todo partido tiene una notable resistencia
estructural que se mantiene mediante el trabajo coordinado y sostenido en los
comités de base.
El control de la organización partidaria
es fundamental porque la organización permite amalgamar una serie de
posibilidades, tendencias y valores. En todo ello hay un factor fundamental que
se podría llamar la dinámica de la disciplina y ello es a que la actitud de los
miembros de un partido es hacer carrera política para ocupar cargos de
importancia en la organización.
Creemos que en
estos tiempos donde se ha demostrado que han fracasado los llamados grupos independientes,
los partidos políticos tienen un rol importante que jugar en el próximo proceso
electoral, deben renovar sus cuadros, presentar propuestas coherentes que
satisfagan las expectativas del electorado, organizarse internamente, tener
bases sólidas y dar oportunidades a nuevas figuras para que puedan oxigenar la
política peruana tan venida, a menos en los últimos tiempos.
Julio César
Castiglioni Ghiglino
JUNIO DEL 2001
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