FEDERALISMO, REGIONALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN

En los últimas semanas hemos escuchado propuestas descabelladas de crear “Estados Federales” lo cual atenta contra la actual organización política del pais, toda vez que las regiones o macroregiones aun no han nacido y lo que existe dentro de cada departamento es un gobierno regional con sus presidentes, vicepresidentes y consejeros regionales, todo esto dentro del concepto unitario.

El Federalismo es un sistema político que consiste en la unión de estados o ciudades bajo un poder central soberano, debiendo tener en cuenta que estos estados cuentan con autonomía política, económica y administrativa, en todos sus asuntos. En resumen son autarquías y cada estado se rige por sus propios dispositivos y sólo se unen a un poder central para objetivos generales sin que cada uno de los mismos pierda su independencia. Este es una forma de gobierno según la cual, al organizarse una sociedad se distribuye el poder de modo que no confluya en un solo centro, sino en diferentes centros con capacidad de gobiernos de cada uno de ellos.

El estado federal nace con el objetivo que los estados se unan entre si y constituye una comunidad distinta y la cual recibe a su vez el nombre de “Estado” en otros términos son pequeños estados dentro de un mismo estado, lo que en términos de nuestra realidad significaría fraccionar el país en 26 estados federales, propuesta trastocada porque sería dejar de lado el proceso de descentralización que vive el país.

La Regionalización es un concepto geográfico de unir dos o mas departamentos. El artículo 43º de la Constitución Política del Perú señala que “La República del Perú es democrática, social, independiente y soberana. El Estado es uno e indivisible. Su gobierno es unitario, representativo y descentralizado” Por su parte el artículo 188º, del mismo texto, establece que: “La descentralización es una forma de organización democrática y constituye una política permanente de Estado, de carácter obligatorio, que tiene como objetivo fundamental el desarrollo integral del país. El proceso de descentralización se realiza por etapas, en forma progresiva y ordenada conforme a criterios que permitan una adecuada asignación de competencias y transferencia de recursos del gobierno nacional hacia los gobiernos regionales y locales.” El artículo 189º, precisa que: “El territorio de la República está integrado por regiones, departamentos, provincias y distritos, en cuyas circunscripciones se constituye y organiza el gobierno a nivel nacional, regional y local, preservando la unidad e integridad del Estado y de la Nación. El ámbito del nivel regional de gobierno son las regiones y departamentos. El ámbito del nivel local de gobierno son las provincias, distritos y los centros poblados.” El art. 190º, puntualiza: “Las regiones se crean sobre la base de áreas contiguas integradas histórica, cultural, administrativa y económicamente, conformando unidades geoeconómicas sostenibles. El proceso de regionalización se inicia eligiendo gobiernos en los actuales departamentos y la Provincia Constitucional del Callao. Estos gobiernos son gobiernos regionales. Mediante referéndum podrán integrarse dos o más circunscripciones departamentales contiguas para constituir una región, conforme a ley. Igual procedimiento siguen las provincias y distritos contiguos para cambiar de circunscripción regional. (…)”

Las regiones nacen de una realidad geográfica, antropológica, cultural y social, personas pertenecientes a un mismo grupo natural ocupan espacios comunes y buscan su unión por características idénticas; establecen un mosaico de integridad con coincidencias, afinidades, es una comunidad de vida, integrada por valores profundos de su pasado. Los pueblos se agrupan en base a su vivencia natural y enfrentan problemas idénticos, los cuales deben superar en forma organizada. Éstos han perfilado sus tradiciones y rasgos culturales, los cuales no tienen que desaparecer sino más bien se tienen que integrarse buscando el verdadero sentir de la Región. Es un proceso de integración de la Comunidad Andina en la Sierra, de las Comunidades Nativas en la Selva y los Pueblos Jóvenes en la Costa. El conjunto de estos valores se llaman unidades geopolíticas con realidades históricas comunes.

El rol de las regiones tienen que ser planificadas, deben ir ligadas a la determinación de proyectos a ejecutarse, a la interacción de un desarrollo homogéneo y una labor ejecutiva de proyectos reales para desarrollar, tienen que tener una vida propia que no estén ligadas al centralismo, sino que sean Entes de desarrollo regional. El proceso requiere necesariamente un cambio de mentalidad, para establecer conciencia regional debe haber un cambio que responda al Proyecto del País, que se haga del Perú una nación donde no exista desarrollos desiguales, fortaleciendo los gobiernos locales y regionales, que incluya la participación ciudadana como entes verdaderos de poder y de cambio.

La Regionalización es un asunto de magnos alcances, debe ser una medida efectiva de preparación y organización planificada que nos conduzca al cambio trascendental para forjar una patria más justa y soberana, haciendo un proyecto de real dimensiones. Debe traer consigo las posibilidades cambios políticos, administrativos, económicos reconociéndoles la autonomía que les otorga la Constitución Política del estado, que se les transfiera el poder y se forje una nueva estructura del Estado, sin pecar en la ingenuidad que pueden hacer lo que les da la gana como se viene produciendo.

La descentralización va en forma conjunta con la democracia. Lo más importante para avanzar en el proceso es lograr la eficiencia. Los gobiernos subnacionales están más cerca de los problemas de los ciudadanos, tienen información sobre sus necesidades, mucho más que el gobierno central. Por lo tanto, un sistema descentralizado puede distribuir mejor el gasto, puede usar los recursos fiscales de una manera más eficiente para promover el bienestar de los pueblos sin dejar de cumplir con las exigencias de los sistemas nacionales. No puede crear desigualdades regionales más agudas si se les da autonomía de ingresos y autonomía de gasto. Estos recursos deben ser eficientemente administrados.

La descentralización se puede hacer de golpe o se puede hacer de una forma gradual. En Indonesia, con el paso al sistema democrático para salvar el país de las tendencias separatistas en las islas de Sumatra, Borneo y Papúa, que resentían la dominación política de Java, se recurrió a un proceso de descentralización instantánea, en seis meses. Este proceso ha sido calificado como un desastre; lo mismo sucedió con Pakistán. El mejor camino es hacer la descentralización de una forma gradual.

No se puede llegar a la descentralización sin una capacidad administrativa local y eficiente, no tenemos un sistema, de capacitación administrativa permanente para sus autoridades funcionarios y servidores por lo cual debemos caminar hacia él, entonces sí habrá descentralización real y sus autoridades no intentarán hacer lo que les da la gana con intereses mezquinos y separatistas.

En términos de estrategias de descentralización, no hay un sistema perfecto, no hay un sistema ideal, no hay un sistema que podamos traer al Perú de otro país y decir esto va a funcionar aquí porque funcionó en otro país; esta es una forma equivocada de afrontar el problema. El sistema que tiene que forjarse en el país, tiene que responder a las grandes necesidades, a los intereses de los sectores mas olvidados y a nuestra historia con pasado milenario.

Los pilares del sistema descentralizado, son primero: la asignación de competencias del gasto, avanzar sin recursos económicos, no se puede descentralizar, sin antes saber cuál es la asignación de competencias. Segundo es la asignación de fuentes de ingreso, financiar el costo de la proyección de servicios que se ha concedido o asignado. Tercero: el gobierno central no puede retener la mayoría de las fuentes de ingresos. El sistema de transferencias es importante, para igualar o compensar diferencias en la capacidad económica, de recursos económicos y necesidades de gasto. No puede haber municipalidades ricas, municipalidades pobres, regiones ricas y regiones pobres; por lo que, se diseña un sistema de transferencias de compensación para ayudar a los gobiernos locales con baja capacidad económica o para asistir en la prestación de servicios cuando existe una necesidad de gastos mayor. Cuarto: establecer un sistema de crédito a nivel regional y local, si se transfieren responsabilidades de gasto se debe pensar en desarrollar un sistema de crédito. En general, si se descentralizan las funciones de gasto, deben ser también los gobiernos locales, los gobiernos provinciales los que tengan la responsabilidad de invertir. Un sistema de crédito local tiene que ir acompañado de controles y muy eficientes.

En materia de descentralización, la simplicidad y la transparencia son importantes que la complejidad de la exactitud o las leyes. Tiene que haber un sistema de diálogo, tiene que haber instituciones de cooperación entre los distintos niveles de gobierno para rellenar esos huecos que existen en el sistema, si no existe una rendición de cuentas, a quien paga sus impuestos y arbitrios, no hay un sistema descentralizado eficiente, en este sentido deben jugar un rol importante los consejos de coordinación.

Para que el proceso de descentralización funcione tiene que haber una habilidad del gobierno y supervisar el comportamiento, la efectividad de los gobiernos subnacionales. Pero conceder al gobierno una función de supervisión, de monitoreo, no quiere decir que el gobierno vaya a crear controles excesivos con respecto a los gobiernos locales y regionales, estas intervenciones de control excesivo atentarían contra el objetivo de la descentralización.

Tiene que haber un reconocimiento de que el proceso de descentralización no es un proceso que empezó y se acabó; es un proceso continuo, permanente que siempre va a estar en una dinámica permanente. Son sistemas vivos, que están en función al cambio, por lo tanto, desde el principio, dependiendo de las contingencias que se presenten.

Lima, 04 de febrero de 2009

Julio Cesar Castiglioni Ghiglino