miércoles, 4 de junio de 2014

EL PROGRAMA DEL VASO DE LECHE



La candidata a la alcaldía de Lima por el partido descentralista Fuerza Social, ha señalado en declaraciones públicas que en forma progresiva irá sustituyendo el Programa del Vaso de Leche, iniciando para ello un modelo piloto a implementación en el cercado de Lima por la sustitución de bonos alimenticios con montos oscilantes entre setenta a ciento diez soles. En este proceso electoral para elegir a nuestras autoridades municipales he venido emitiendo opinión sobre los diferentes temas de tratamiento municipal y no puedo estar al margen de esta singular propuesta.

La Ley Orgánica de Municipalidades establece que los gobiernos locales representan al vecindario, promueven la adecuada prestación de los servicios públicos locales, el desarrollo integral sostenible y armónico de su circunscripción. Es la moderna concepción sobre las municipalidades que no sólo se limitan a prestar servicios como el recojo de residuos sólidos, barrido de calles, mantenimiento de parques y jardines, serenazgo, entre otros; sino que fundamentalmente promueven el desarrollo integral de su jurisdicción, con ello el desarrollo de las capacidades y la generación de nuevas fuentes de trabajo.

La Ley que crea al Programa del Vaso de Leche en todas las municipalidades del Perú, está destinada al Programa de Asistencia Alimentaria Materna Infantil esencialmente a los niños hasta los seis años de edad, posteriormente se amplió a los niños entre seis y trece años como segunda prioridad, ancianos y enfermos con tuberculosis como tercera prioridad, a las madres gestantes y en periodo de lactancia con ingresos reducidos que nos les permitan cubrir por ellas mismas las necesidades de buena alimentación, en ése mismo dispositivo se creó el fondo del Vaso de Leche cuyos recursos provienen del Presupuesto General de la República, y el Ministerio de Economía y Finanzas hace la transferencia de estos recursos a los gobiernos locales en forma mensual.

Al ser recursos creados por la Ley sólo pueden ser destinados al Programa del Vaso de Leche y a la adquisición de los productos destinados para el mismo, como la leche en cualquiera de sus formas u otro producto para alcanzar el valor nutricional mínimo establecido como: harina de quinua, kiwicha, maca, cebada, avena, soya y otros productos, todo esto en coordinación con el Comité de Administración del Programa del Vaso de Leche, el cual está integrado por las representantes de las organizaciones de base, El Ministerio de Agricultura y el Gobierno Local, cuyas tareas específicas consisten en la selección de beneficiarios (empadronamiento), programación (cálculo de necesidades), distribución de recursos, supervisión de redistribución, evaluación frecuente y actualización permanente de padrones. El proceso de selección está a cargo del Comité Especial que para este efecto es designado por resolución de alcaldía, proceso que es supervisado por el Órgano de Control Institucional y por las beneficiarias, los Gobiernos locales informan en forma mensual a la Contraloría General de la República sobre el manejo del programa.

El plantear que los recursos creados por ley para el Programa del Vaso de Leche serán destinados a otros programas como bonos alimenticios de ayuda social constituye un desconocimiento profundo del rol de los gobiernos locales  en ésta materia, lo cual evidentemente está generando serias protestas porque es una propuesta que no tiene sustento jurídico alguno.

Por otro lado, si se dice que éstos bonos alimenticios no serán de los recursos provenientes del Programa del Vaso de Leche se debe especificar con mucha claridad cuál será su fuente de financiamiento, los gobiernos locales tienen como ingresos los impuestos creados a su favor como el Impuesto Predial, alcabala, automotriz, espectáculos no deportivos, entre otros; las transferencias del fondo de Compensación Municipal que deben ser destinados en su concepción originaria a obras y servicios y más no a gastos corrientes, las tasas, contribuciones, arbitrios y derechos que son creados por los gobiernos locales como prestación al servicio que brindan no pudiendo cobrar un sol, sin dejar de lado las transferencias que puedan recibir producto de los canon, regalías o rentas de aduanas que tienen un destino específico, por lo cual al no ser competencia de los gobiernos locales, la política nacional alimenticia tiene que señalar de dónde provendrían sus montos a distribuirse, toda vez que las municipalidades no tienen recursos ni partidas asignadas para ello.

Cosa distinta es cuando por cuestiones excepcionales y en casos aislados el Gobierno Local ayuda a personas en extrema pobreza para cubrir sus necesidades en temas específicos y para lo cual se requiere acuerdo de Concejo Municipal.

Este hecho nos demuestra a todas luces que en la etapa que pensábamos escuchar propuestas coherentes y que busquen el desarrollo de la ciudad, nos encontramos con propuestas alejadas de la realidad, como el impuesto a los vehículos usados, el traslado de los Hospitales de la Solidaridad al Minsa, la legalización del aborto, el matrimonio gay con adopción, la legalización del consumo de drogas y ahora con la desaparición paulatina del Programa del Vaso de Leche.

Esto no lleva a una reflexión, realmente se conoce la problemática y el rol de los gobiernos locales? O en realidad se hacen ofertas electorales sin ningún sustento jurídico legal.



JULIO CÉSAR CASTIGLIONI GHIGLINO


                                                                         Lima, 25 de setiembre del 2010.

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