La candidata a la alcaldía de Lima por el partido descentralista Fuerza
Social, ha señalado en declaraciones públicas que en forma progresiva irá
sustituyendo el Programa del Vaso de Leche, iniciando para ello un modelo
piloto a implementación en el cercado de Lima por la sustitución de bonos
alimenticios con montos oscilantes entre setenta a ciento diez soles. En este
proceso electoral para elegir a nuestras autoridades municipales he venido
emitiendo opinión sobre los diferentes temas de tratamiento municipal y no
puedo estar al margen de esta singular propuesta.
La Ley Orgánica de Municipalidades establece que los gobiernos locales
representan al vecindario, promueven la adecuada prestación de los servicios
públicos locales, el desarrollo integral sostenible y armónico de su
circunscripción. Es la moderna concepción sobre las municipalidades que no sólo
se limitan a prestar servicios como el recojo de residuos sólidos, barrido de
calles, mantenimiento de parques y jardines, serenazgo, entre otros; sino que
fundamentalmente promueven el desarrollo integral de su jurisdicción, con ello
el desarrollo de las capacidades y la generación de nuevas fuentes de trabajo.
La Ley que crea al Programa del Vaso de Leche en todas las municipalidades del
Perú, está destinada al Programa de Asistencia Alimentaria Materna Infantil
esencialmente a los niños hasta los seis años de edad, posteriormente se amplió
a los niños entre seis y trece años como segunda prioridad, ancianos y enfermos
con tuberculosis como tercera prioridad, a las madres gestantes y en periodo de
lactancia con ingresos reducidos que nos les permitan cubrir por ellas mismas
las necesidades de buena alimentación, en ése mismo dispositivo se creó el
fondo del Vaso de Leche cuyos recursos provienen del Presupuesto General de la
República, y el Ministerio de Economía y Finanzas hace la transferencia de
estos recursos a los gobiernos locales en forma mensual.
Al ser recursos creados por la Ley sólo pueden ser destinados al Programa
del Vaso de Leche y a la adquisición de los productos destinados para el mismo,
como la leche en cualquiera de sus formas u otro producto para alcanzar el
valor nutricional mínimo establecido como: harina de quinua, kiwicha, maca,
cebada, avena, soya y otros productos, todo esto en coordinación con el Comité
de Administración del Programa del Vaso de Leche, el cual está integrado por
las representantes de las organizaciones de base, El Ministerio de Agricultura
y el Gobierno Local, cuyas tareas específicas consisten en la selección de
beneficiarios (empadronamiento), programación (cálculo de necesidades),
distribución de recursos, supervisión de redistribución, evaluación frecuente y
actualización permanente de padrones. El proceso de selección está a cargo del Comité
Especial que para este efecto es designado por resolución de alcaldía, proceso
que es supervisado por el Órgano de Control Institucional y por las
beneficiarias, los Gobiernos locales informan en forma mensual a la Contraloría
General de la República sobre el manejo del programa.
El plantear que los recursos creados por ley para el Programa del Vaso de
Leche serán destinados a otros programas como bonos alimenticios de ayuda
social constituye un desconocimiento profundo del rol de los gobiernos
locales en ésta materia, lo cual
evidentemente está generando serias protestas porque es una propuesta que no
tiene sustento jurídico alguno.
Por otro lado, si se dice que éstos bonos alimenticios no serán de los
recursos provenientes del Programa del Vaso de Leche se debe especificar con
mucha claridad cuál será su fuente de financiamiento, los gobiernos locales
tienen como ingresos los impuestos creados a su favor como el Impuesto Predial,
alcabala, automotriz, espectáculos no deportivos, entre otros; las
transferencias del fondo de Compensación Municipal que deben ser destinados en
su concepción originaria a obras y servicios y más no a gastos corrientes, las
tasas, contribuciones, arbitrios y derechos que son creados por los gobiernos
locales como prestación al servicio que brindan no pudiendo cobrar un sol, sin
dejar de lado las transferencias que puedan recibir producto de los canon,
regalías o rentas de aduanas que tienen un destino específico, por lo cual al
no ser competencia de los gobiernos locales, la política nacional alimenticia
tiene que señalar de dónde provendrían sus montos a distribuirse, toda vez que
las municipalidades no tienen recursos ni partidas asignadas para ello.
Cosa distinta es cuando por cuestiones excepcionales y en casos aislados el
Gobierno Local ayuda a personas en extrema pobreza para cubrir sus necesidades
en temas específicos y para lo cual se requiere acuerdo de Concejo Municipal.
Este hecho nos demuestra a todas luces que en la etapa que pensábamos
escuchar propuestas coherentes y que busquen el desarrollo de la ciudad, nos
encontramos con propuestas alejadas de la realidad, como el impuesto a los
vehículos usados, el traslado de los Hospitales de la Solidaridad al Minsa, la
legalización del aborto, el matrimonio gay con adopción, la legalización del
consumo de drogas y ahora con la desaparición paulatina del Programa del Vaso
de Leche.
Esto no lleva a una reflexión, realmente se conoce la problemática y el rol
de los gobiernos locales? O en realidad se hacen ofertas electorales sin ningún
sustento jurídico legal.
JULIO CÉSAR CASTIGLIONI
GHIGLINO
Lima,
25 de setiembre del 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario