Un partido político como organismo vivo, avanza o
perece; sincroniza su ritmo con el pulso de la historia o se focaliza; se pone
permanentemente al día o se anquilosa a fuerza de rezagarse sea por cansancio o
por práctica equivocada. Un partido tiene la esperanza de su desarrollo y
progreso para los pueblos, debe estar entregado a la causa social con la
firmeza de lograr la justicia y el bien común, sin tregua ni desmayo
defendiendo cada vez más los perfiles de una nueva sociedad para servir de
instrumento eficaz de transformación con grandeza en la tarea.
En la lucha contra la pobreza, la injusticia, el
abuso del poder, los partidos políticos tienen un mensaje que decir, una verdad
que encarnar, que gritar una acción política concreta que cumplir, una solución
que dar para cada uno de los problemas. En nuestra Patria existe un común
denominador que se llama pobreza, la cual día a día se acrecienta sin que nadie
pueda detenerla, por ello es necesario que los partidos se preparen para asumir
este gran reto, y cuando lleguen al gobierno dar la gran batalla en beneficio
de los más necesitados.
Los partidos políticos tienen que llevar un mensaje
de justicia social, un mensaje de
libertad con convicción y signo de respeto a la dignidad de la persona, para
buscar su desarrollo y engrandecimiento. Todos los ciudadanos debemos tener
conciencia imperiosa de trabajar con denuedo y con fe, estudiando las
necesidades locales, sus concepciones, sellando los perfiles del esquema que queremos
que rija en nuestra sociedad, determinando muy claramente de acuerdo a nuestras
necesidades las metas que debemos alcanzarla y la forma como debemos
discutirlos para alcanzarlas. Modular el cambio del actual sistema
jurídico-social, es la inmensa tarea que tiene por delante los gobernantes, de
ello depende la realización de las esperanzas de los pueblos, para impulsar su
desarrollo y cambio.
Los partidos políticos tienen como tarea dar a
conocer a la opinión pública lo más íntimo de sus propuestas, señalando con
precisión las modalidades del cambio que proponen, afincando en la justicia
social con el deseo de servir al hombre a través del bien común. Sólo en esta
forma están actuando de acuerdo a su responsabilidad resguardando el derecho
que tiene la persona humana para buscar su desarrollo. Tienen que trabajar con
empeño, tratando de alcanzar un máximo rendimiento en la elaboración de sus
planes y alcanzar un mayor desarrollo de los mismos. Es obligación de cada
persona prepararse para el gobierno, adiestrarse en equipos de trabajo,
formarse políticamente, apoyar en forma constante a la ciudadanía, lograr sus
grandes esperanzas.
Es necesario, cambiar la actual estructura del
Estado, dándole un toque más humano, un país donde prevalezca el espíritu de
justicia social, y que cada peruano encuentre seguro el presente y sin riesgo
al porvenir; en donde los hombres piensan con pureza, resuelvan con valentía y
actúen con decisión. Conocemos bellos proyectos, ideas geniales, planes y
programas estupendos pero todo ha quedado en trabajo, en buenos deseos que han
sido abandonados. Estos proyectos se frustraron, la realidad los mató, nacieron
muertos; falló el hombre o falló la teoría, se debe trabajar para que los
planes no se frustren y cumplan con el objetivo que nacieron, servir a la
ciudadanía.
Toda proyección institucional nace con la propia
proyección personal hay que dar al país lo mejor que uno tiene optimismo,
trabajo, constancia, entusiasmo, honestidad, conocimiento; para aspirar a ser
un representante de nuestro país, sea en la más alta embestidura, en el
Congreso o en los Gobiernos Locales, debe haber como cuestión previa superación
personal, nuestros pueblos no creen en teorías sino en todo lo que
sencillamente toca sus problemas
cotidianos y el calor humano que existe en las personas a quienes conoce. Los
discursos brillantes se admiran, se aplauden y puede mover opinión más la
actitud fraterna y de servicio se plasma en la obra concreta que se puede
mostrar la acción política responsable significa superación constante frente a
uno mismo y al país, el acrecentamiento de las motivaciones propias de la
existencia y compromisos doctrinarios o ideológicos expresado en sus planes de
gobierno, la organización partidaria eficaz es necesaria para que triunfen en
su acción diaria, la acción de oposición criticando, revelando las
inmoralidades, desaciertos de los gobernantes de turno sea local o nacional y
evitar que sucumban en su tentación dictatorial y la identificación con las
causas populares, como tarea fundamental, allí donde exista esta.
La identificación de los partidos con el pueblo y su
crecimiento auténtico sólo podrá existir en la acción afectiva de ponerse de
lado de los más necesitados, del que sufre injusticia por el desorden legal
actual que permite el abuso. Se cree en un partido en tanto se confía en los
hombres que lo integran en la eficacia de su organización y en los ideales que
persigue. Si no se vitaliza estos aspectos construyendo sólidamente cada uno de
ellos jamás serán los partidos políticos el instrumento de cambio que aspira la
sociedad.
Es increíble ver cuanto pueden nuestros pensamientos
para forjar nuestro destino. Si sembramos buenas ideas recogemos buenos frutos.
Gente alegre y optimista, que inconscientemente atrae el entusiasmo y el éxito,
es la que requieren los partidos políticos y la Sociedad. No olvidemos la
actitud mental positiva en el trabajo, desarrolla la imaginación creadora y
descubre formas nuevas y soluciones inteligentes, desenvocando en la acción
positiva. Tener una actitud mental positiva significa tener distintos enfoques
para las cosas propias y las de la sociedad. Todo es cuestión de empezar porque
rápido encontrarás las soluciones de los nuevos aspectos no considerados,
caminos para una nueva acción, para un nuevo fin.
Los partidos tienen que tener éxito. Esto debe ser
una idea fija en cada uno. Esta meta está directamente ligada a su acción
personal de sus militantes. Será grande si son grandes, será popular si son
populares, será atractiva si saben ser francos, será apreciada si son
generosos, crecerá en el pueblo si están dispuestos siempre a servir, será
eficaz si son organizadores y activos. Todo depende de los militantes, los que
voluntariamente han aceptado hacer de los partidos instrumentos del cambio no
para el futuro, sino para realizarlo hoy, con sus propias manos.
Para llegar al poder se tienen que tener equipos de
hombres capaces y eficientes con clara visión de lo que deben hacer desde el
gobierno, lograr este objetivo no es ajeno a tu persona. De tu aporte y tu
trabajo dependerá el éxito de tu Partido, porque tú eres el partido ante
quienes te conocen, ante quienes confían en ti. Si tú fracasas, fracasará tu
partido en tu persona. Fijarse esta meta, señalar etapas en el trabajo, evitar
pensamientos derrotistas, acrecentar el espíritu de lucha, presentar una nueva
imagen de tu Partido y buscar el éxito de los esfuerzos, son las acciones que
deben poner en práctica para lograr recuperar la confianza del electorado
peruano.
Julio César
Castiglioni Ghiglino
JUNIO DEL 2001
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