lunes, 14 de abril de 2014

NACEN LAS REGIONES

Habiéndose aprobado la modificación constitucional del capítulo XIV de la Constitución Política del Estado, se ha dado un paso importante para el nacimiento de las Regiones en base a los actuales departamentos, más la Provincia Constitucional del Callao y la creación de la Región Lima, sin la presencia de la Capital de la República, la cual tendrá un régimen especial en razón de ser la primera ciudad del país en importancia.
Las regiones nacen de una realidad geográfica, antropológica, cultural y social, personas pertenecientes a un mismo grupo natural ocupan espacios comunes y buscan su unión por características idénticas; establecen un mosaico de integridad con coincidencias, afinidades, es  una comunidad de vida, integrada por valores profundos de un pasado. Los pueblos se agrupan en base a su vivencia natural y enfrentan problemas idénticos, los cuales deben superar en forma organizada. El conjunto de estos valores se llaman unidades geopolíticas con realidades históricas comunes.
Los pueblos han perfilado tradiciones y rasgos culturales, los cuales no tienen que desaparecer sino más bien se tienen integrar buscando el verdadero sentir de la Región. No hay que hacer de éste proceso extraño, sin el real convencimiento de sus grandes alcances, que sea un proceso de integración de la Comunidad Andina en la Sierra, de las Aldeas Nativas en la Selva y la identificación con los Pueblos jóvenes en la Costa.
El proceso de Descentralización es una tarea impostergable que requiere la decisión política y la participación democrática  de la ciudadanía y competencias de cada una de las regiones.
El rol de las regiones tienen que ser planificadas, deben ir ligadas a la determinación de proyectos a ejecutarse, a la interacción de un desarrollo homogéneo y una labor ejecutiva de proyectos reales para desarrollar, no mas falsas ilusiones que nacen muertas porque la realidad los mató, las Regiones tienen que tener una vida propia que no estén ligadas al yugo centralista, sino que sean Entes de Desarrollo, dentro de la Estructura del Estado Peruano.
Este proceso requiere necesariamente un cambio de mentalidad para establecer conciencia regional en la regionalización, debe ser un impulso para el cambio, debe responder al Proyecto del País, que haga del Perú una nación donde no existan desarrollos desiguales, completamente desarticulado. Este proceso tiene que nacer de abajo hacia arriba; fortaleciendo los gobiernos locales, y que incluya la participación ciudadana como ente verdaderos de poder y de cambio y de arriba hacia abajo; donde el gobierno central transfiera en forma progresiva las competencias.
La descentralización es un asunto de magnos alcances, esta debe contar a las diferentes instancias de gobierno descentralizadas con autosostenimiento y producto de una integración geográficos, políticos, social, económico, antropológicos y cultural, y no estar sujeto a consideraciones distintas, debe ser una medida efectiva de preparación   y organización planificada que nos conduzca al cambio trascendental para forjar una patria más justa y soberana,  digna de sus hijos.
Hay que crear los canales para su identificación con la realidad, demos un paso adelante, trasladando el poder en forma real. Haciendo un proyecto de real dimensión con la movilización de todas las sangres.
La descentralización, debe traer consigo las posibilidades de cambios políticos, administrativos, económicos reconociéndoles la autonomía que les otorga la Constitución Política del estado, que se transfiera realmente el poder y se forje una nueva estructura del estado Peruano que esté acorde con los tiempos en que vivimos.


                                                         JULIO CÉSAR CASTIGLIONI GHIGLINO
                                                                                      Huaraz, junio del 2002.

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