lunes, 3 de agosto de 2015

LA NULIDAD DE OFICIO EN LA LEY DEL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO


El  numeral 1 del  artículo 202  de  la  Ley  del  Procedimiento Administrativo   General,  establece  la   facultad  de   la   administración  para declarar   la   nulidad  de   oficio    de   los   actos    administrativos,   dentro   del procedimiento  ya   iniciado  y  no  en   uno   distinto,  ello   de   ninguna  manera autoriza a que  la administración sobre  todo  cuando se trate  de procedimientos en   los  que   se   encuentran  en  conflicto  derechos  fundamentales,  soslaye garantías  procesales  o  los  principios del   procedimiento  administrativo  los cuales son  de  obligatorio cumplimiento tanto  para  el administrado como  para la   administración,  dado    que   el   cumplimiento  cabal    de   tales    exigencias constituye garantía de respecto del principio del debido procedimiento administrativo establecido en el inciso  1.2 del  artículo IV del  Título   Preliminar de  la precitada   Ley;  lo  contrario implicaría admitir un  ejercicio abusivo de  la facultad de  la  administración  de  declarar la  nulidad de  oficio   de  los  actos administrativos, argumentando que  éstos  se  encuentran viciados con  alguna de  las causales contempladas en el artículo 10 antes  referido, abuso  gue  se encuentra   proscrito   en nuestro  ordenamiento  jurídico.

El artículo 202  numeral 202.1  de  la Ley  del  Procedimiento Administrativo General, se debe  tener  en  cuenta que: "No basta  que los actos  administrativos objeto  de la potestad de nulidad   de oficio  estén  afectados por  vicios  graves  que  determinen su invalidez absoluta, sino   que,   además,  deben   agraviar  el  interés   público,  lo  que  trasciende  el estricto    ámbito   de  los  intereses  de  los  particulares   destinatarios  del   acto viciado  porque   se exige  que para  ejercer  la potestad de nulificar de oficio  sus propios   actos,  la Administración determine, previa  evaluación, el perjuicio para los  intereses públicos   que  le compete tutelar  o realizar",   En tal  sentido,   cabe señalar   que  el interés  público  es  un concepto  jurídico   genérico   con  contenido y  extensión  variable",   que  tiene   que  ver  con  aquello   que  beneficia   a  todos como     comunidad,    por    ello    se    afecta     cuando     el    acto    viciado     tiene repercusiones    no   solo   en   un   reducido    grupo    de   personas    sino   en   la colectividad.    El   interés    público    se    concreta     y   especifica    cuando     la administración  actúa  en el campo  de sus  potestades, teniendo   como  requisito la  motivación   de   sus   decisiones,   quedando   excluida   toda posibilidad de  arbitrariedad,   puesto   que   la  administración   está   obligada    a justificar   las  razones   que   imponen    determinada   decisión,    de   una   manera concreta   y específica y no con  una  mera  afirmación o invocación abstracta   de la afectación  del "interés  público",  ya que  de lo contrario   se incurriría   en una "mera   apariencia con  las  que  muchas   veces  se  busca  justificar    un  exceso   o una desviación en el ejercicio  del poder”.
La  potestad  de  anulación  (artículo  202   de   la  Ley  del Procedimiento  Administrativo  General) no  lo indica  de  manera expresa, "deriva  razonablemente  del principio del debido  procedimiento administrativo y de los artículos 3.5,  161.2,  187.2,  que ninguna   autoridad  administrativa  podrá dictar    una   anulación   de   oficio,    sin   otorgar    anteladamente    audiencia   al interesado           para    que   pueda    presentar   sus    argumentos    a   favor    de   la sostenibilidad  del acto  que  le reconoce derecho  o intereses. Adicionalmente  a ello,  la resolución  anulatoria de oficio  debe  ser  notificada  a los  administrados concernidos  a fin de que tengan  la posibilidad de controlar su legalidad”.

En  la Casación  N° 037-2006 - Lambayeque del  diecinueve  de  setiembre  del dos  mil seis  y en  la Casación N° 88-2005 Puno  del tres  de agosto  del dos  mil seis,    esta    Sala    Suprema   estableció   como    precedente   de   observancia obligatoria  que   la  autoridad  administrativa  que  pretenda  invalidar  un  acto administrativo, debe  expedir previamente una  resolución dando inicio  al procedimiento  de   nulidad  de   oficio   de   aquel   acto   de   conformidad  a  los artículos 103 Y 104 de la Ley  del  Procedimiento Administrativo General - Ley N°  2744415,   debiendo además notificar dicha   iniciación de  procedimiento al administrado cuyos derechos puedan ser  afectados por  los  actos  a ejecutar, informando la naturaleza del mismo, así como  sus derechos y obligaciones en el   curso    de   tal   actuación,  ya   que   tales   exigencias  constituyen  garantía
Respecto del  principio del  debido procedimiento administrativo establecido en el inciso 1.2 del artículo IV del Título  Preliminar de la precitada ley.

Décimo  cuarto.-  Precedente   Vinculante
El  artículo  37  del  Texto   Único  Ordenado de  la  Ley  que  regula el  Proceso Contencioso  Administrativo,  aprobado  por  Decreto  Supremo  N°  013-2008- JUS,   autoriza  a  la  Sala   Constitucional y  Social   de  la  Corte   Suprema  de Justicia  de   la   República,  a   establecer  precedentes  vinculantes  en sus que     contengan  principios jurisprudenciales en materia contencioso administrativo;  que  en  el  caso   de  autos   habida  cuenta  de  la importancia de la materia que  se ha puesto a su consideración, esta  Suprema Sala  considera procedente declarar que el criterio establecido en los considerandos sétimo, octavo y noveno de  la presente resolución, constituye precedente  judicial   vinculante   para    los   órganos  jurisdiccionales   de    la República, debiendo publicarse en el Diario  Oficial "El Peruano" y en la página web  del Poder  Judicial.

Julio César Castiglioni Ghiglino
Lima, 19 de julio de 2015


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