lunes, 31 de marzo de 2014

LOS LIDERES EN ESTAS EPOCAS

En los últimos tiempos hemos podido apreciar la ausencia de liderazgo en el manejo de los gobiernos locales, creemos que éste es un rol que los Burgomaestres tienen que retomar en beneficio de su comunidad. El liderazgo democrático, es el arte de fomentar y administrar la innovación al servicio de una comunidad libre.

Un líder debe tener las cualidades requeridas para la política creativa; el primer requisito es la observación, la capacidad de observar con exactitud las cosas. Después la reflexión, que enseña el valor de las acciones, las imágenes, los pensamientos y los sentimientos, ayuda a percibir la relación que tienen entre sí. Luego la imaginación, que es modificar, crear y asociar; después la invención, aplicación de métodos no conocidos e inéditos; y, finalmente, el juicio, decidir cómo y dónde y hasta que grado puede ejercer cada una de estas facultades.

Estas cualidades llevadas a su nivel más alto es la respuesta del liderazgo democrático, siempre y cuando estén acompañadas de una conducta permanente y disciplinada de la persona llamada a ser el conductor.

El liderazgo es la capacidad de hacer girar al mundo, es la capacidad de inspirar y movilizar a multitud de personas, es una transacción pública con la historia.

El artista y el científico tienen tiempo y espacio; el líder tiene muy poco de ambas cosas. Si algo debe saber un lider, es que debe estar seguro que obtendrá resultados insatisfactorios.

Cuál es en realidad su función del liderazgo? Aquel que no aplica remedios nuevos, dijo Bacón, debe esperar males nuevos y ya que el tiempo es el mayor innovador, la carroza alada del tiempo ha estado viajando más rápido durante los siglos. La misión del líder es mantener las instituciones y los valores suficientes al corriente de la vertiginosa variación de la historia.


El líder está forzosamente obligado a innovar. Debe representar al pueblo su oferta cada día más interesante, cada día más resuelto a ganar las causas justas, más pleno de su ideal. No tiene fibra de líder quien carece de imaginación, pues nada grande se ha ganado sin esta inspiración.

El líder debe buscar la introducción de un nuevo elemento, claro que es una empresa peligrosa, porque significa la ruptura de los lazos de la costumbre, provoca resistencia.. Schumpeter hizo hincapié en la venganza que ejerce el medio contra los que deseen hacer algo nuevo. 

Tocqueville decía que una democracia puede llegar a la verdad, sólo como resultado de la experiencia; muchas naciones pueden desaparecer mientras están esperando las consecuencias de sus errores.

Lo que se quiere hoy en días es un nuevo estilo de liderazgo que responda a las normas constitucionales como las necesidades populares. El liderazgo es indispensable incluso en el régimen de adquiescencia. El líder debe saber que hacer y como hacer. Un Alcalde tiene que ser el líder de su comunidad.

Conocer lo que tienes entre tus manos y actuar dentro de las disciplinas de la aprobación son los primeros imperativos de un liderazgo democrático que tiene que estar acompañado de simpatía por la labor que se desarrolla.


No creo, dijo Woodrow Wilson, que ningún hombre pueda dirigir si no actuar consciente o inconscientemente, bajo los impulsos de una profunda simpatía por aquellos a quienes se dirige; simpatía que es comprensión que nace del corazón y no del intelecto.

El liderazgo no es amigo del autogobierno, sino el medio para hacerlo funcionar que los seguidores tienen su propia obligación, que es ineludible mantener a los líderes dentro del estricto límite constitucional.

En una democracia, el liderazgo depende particularmente del lenguaje para colocar una visión y el lenguaje empleado por los líderes determina el tono de la política. La responsabilidad de los líderes es de definir las acciones reales y explicar por qué en un curso de acción es preferible la otra; y, al hacerlo, convertir el lenguaje en un medio no de engaño, sino de comunicación, no en enemigo sino en amigo del principio de realidad.

Los líderes deben dar a la persona el valor de aprovechar su potencialidad de más altas. Podremos conjurar cualquier catástrofe sólo sí los líderes escuchan a sus seguidores tan atentamente como éstos escuchan a aquellos; ésta es la razón por cual el liderazgo democrático encierra la mayor esperanza.

Los líderes democráticos se deben a sus pueblos, los Alcaldes se deben a sus vecinos y están en la obligación a solucionarles sus problemas comunales, de escucharlos de atenderlos y estar con ellos; y no como sucede muchas veces que se sienten semidioses, se alejan de la realidad del pueblo, se hacen rodear de saunadores, monaguillos y ayayeros  que los alejan de sus electores, como si el cargo fuera eterno, lo que desnaturaliza el rol y la función de un Alcalde líder que su comunidad reclama.

Julio César Castiglioni Ghiglino

OCTUBRE DEL 2001

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